


Estrenado en el contexto de la primer ola de la pandemia por Coronavirus, "La Madre que nos Parió" fue un espectáculo que debió mutar de un formato presencial a uno virtual. La dramaturgia se dejó nutrir de las únicas plataformas que para el momento facilitaban el encuentro y el trabajo colectivo convirtiéndose de forma orgánica en un evento transmedial.
Escena "Venados"
El primer acceso estético o la máxima (mínima) en la búsqueda del tratamiento visual fue someter la plástica y la materialidad "pop" a procedimientos de hiperrrealidad (uncanny valley), de error (glitch) y collage, con la idea de llegar a producir una impresión de lo siniestro en les espectadores.

El uso de las plataformas de zoom y whatsapp permitieron la integración del público espectador a través de la re-transmisión y la edición en vivo de una videollamada dentro de una de las escenas así como la escogencia de uno entre varios finales alternativos a través de un chat grupal. De igual forma el uso de filtros de realidad aumentada permitió vincular la estrategia de difusión de la temporada con el desarrollo de la identidad digital de los personajes (sus avatars) en distintas escenas.